Pedro
Pires, geometrías y formas en la búsqueda de los iconismos
El creador
brasileño Pedro Pires conjuga la búsqueda de la forma con su implicación
en la determinación de iconismos. Muestra pictóricamente una clara expresividad
primitivista, un saber analizar algunas concreciones de fenómenos icónicos,
para acceder, a través de ellos, a una mayor comprensión de su determinación
final.
Étnico en las maneras de encuadrar la composición y en los elementos signales
que emplea, expresionista en el trazo, es un artista que posee varias lecturas
de los temas que trata.
Enfoca
la composición como un puzzle en el que va incluyendo
diferentes informaciones basadas en sus necesidades de interpretación. No
hay linealidad expresa, sino una dinámica de diálogo entre las peculiaridades
de la materia, la concepción expresionista de sus personajes, que son formas,
nutridos de color y líneas, que se esconden en una cierta abstracción.
Utiliza
colores cálidos, sensuales, otros más neutros y menos evidentes.
Pasa de la insinuación a la declaración directa de intenciones.
Su pintura
se encuentra continuamente en línea con la experimentación matérica,
en la que encuadra su proceso de construcción formal, empleando un sincretismo
de procedimientos distintos y, asimismo, elementos dispares, que, sin embargo,
a pesar de su complejidad, armonizan con el todo de la composición. Trata
de establecer una cierta diversidad de líneas, que se posiciona a partir
de sus variadas formas de concebir las temáticas, que no se privan de la
fuerza contrastada que emana de cada concepto.
Icónico,
busca establecer los dictados de la forma, para que, finalmente, predominen
la materia y el color. Pero la materia actúa de base, de buque insignia,
mientras que el color es la bandera, la línea su estructuración y la temática,
en general, forma parte del acervo más específico de la idea.
No es
un pintor que guste de intelectualizar excesivamente su obra, sino que
vehicula las sensaciones, vivencias e informaciones que va recibiendo,
dándoles un carácter
de fortaleza, un papel protagonista para que puedan liderar los diálogos
plásticos más esenciales, definiendo cada elemento que
integra su pintura con su parte específica de personalidad que influye en
la maniobra empleada para intervenir en la configuración final.
Se trata
de un creador que posee una cierta tendencia a la delimitación zonal,
a la superposición cromática, buscando la perspectiva, trazando vistas frontales
y de abajo a arriba o de arriba a abajo. No le interesa la obra plana, huye
del purismo estructural en general, prefiriendo hallar su método en la verticalidad,
pero, también, en la horizontalidad profunda.
El sentimiento
manda sobre el proyecto formal final, tanto en sus composiciones horizontales
como verticales, conectando con momentos que inmortaliza, siendo un creador
existencialista, partidario de la vivencia.